lunes, 17 de marzo de 2008

Sitios con encanto II

En una nueva edición de sitios con encanto II hoy nos toca "Greek soppa" En el mercado central de Kungsportsplatsen, similar a cualquier mercado de barrio español, podemos encontrar carne de reno, salchichas alemanas, una tienda de especias y en un margen podemos encontrar una magnifico restaurante. Es un restaurante griego especializado en distintos tipos de "soppa" es pequeño casi sin mesas, generalmente se come en la barra al lado de los puestecillos que frenéticamente intentan vender el genero. El plato mas famoso es el Gulach, pero todos están buenísimos y ha un precio muy razonable. Ya sabéis si venís os llevare...

¡¡Festadiscipline!!

Vamos indagando mas y mas en la cultura sueca y cada vez encontramos cosas mas curiosas. Este es un país donde casi todo esta reglado para la buena convivencia. Cuando uno hace un proyecto debe pensar en mil y uno detalles, igualdad de género, respeto a las minorías, respeto al medio ambiente... ¡y así debe ser! Lo que yo no podía imaginar es que las fiestas también iban a estar regladas, si señores aquí cuando uno se va de fiesta hay reglas y hay que cumplirlas, os explico. La asociación de estudiantes de nuestra facultad organizo una cena para todos los estudiantes. Lo primero de todo, era una cena formal, chicos con chaqueta y chicas de vestido. Todos los estudiantes internacionales hicimos una en una residencia cercana a la mía y bueno fuimos todos juntos a la cena, al llegar nos encontramos que no te podías sentar donde quisieras, como si fuera una boda había sitios asignados. La técnica de distribución consistía sacar un papel azar de una bolsa y según lo que te saliera ibas a una mesa u otra. A mi me toco "Cider" (Sidra) así que me toco irme a la mesa de "Swedish drinks", yo me mosquee un poco, desde cuando es la Sidra una cosa típica sueca, pero bueno allá fuimos. Una vez que todo el mundo estaba distribuido, me di cuenta de que había una mesa que resaltaba por encima de todas, en esa se sentarían los "master students" presidiendo toda la cena, dirigiendo todo la cena. Yo tenía mas hambre que el piraña de verano azul, pero no podía empezar a comer, había que explicar las reglas. La cosa era, cada mesa podía solicitar cantar una canción, si lo hacían bien chupito gratis. También podías pedir a uno de los "master students" que hicieran un discursito, no se podía beber si los masters no querían y así una infinidad de reglas. Total termine estresao, cuando me tocaba comer, había que cantar, cuando tenia sed no podía beber, cuando no quería beber había que beber dos veces, cuando quería ir al baño no podía, un lió pero....... ¡me lo pase genial!

jueves, 6 de marzo de 2008

¡VOTA!

ALMUDENA GRANDES 03/03/2008
Sí, ya sé que mola más el escepticismo. Sé que el distanciamiento irónico es más acorde con mi edad, que la disciplina un pelín cínica de la crítica ácida va mejor con mi profesión, y hasta que la languidez del desencanto, tan femenina, me favorecería más en los planos cortos. Lo sé, pero el domingo yo voy a ir a votar. Por encima de mi escepticismo, más allá de mi evidente afición a la ironía, con mi conciencia crítica a cuestas y a despecho de la fotogenia, voy a ir a votar. Con mis propias decepciones y con mis ilusiones maltrechas, con mis principios más firmes y con mis hijos mayores, voy a votar.Votaré a favor de mucha gente que no lo hará. Porque no tiene derecho a hacerlo o porque se le ha olvidado que lo tiene. Votaré para que los niños de 12 años no sean tratados como delincuentes, para que los inmigrantes que sostienen nuestra riqueza sin participar de ella no sean tratados como delincuentes, para que los excluidos sociales y las mujeres que abortan no sean tratados como delincuentes. Votaré en contra de mucha gente que votará. Votaré contra los privatizadores de servicios públicos, contra la humillación de los reclinatorios, contra las juntas de escolarización que favorecen a los colegios concertados, contra los explotadores de inmigrantes. Votaré, en definitiva, contra la gente de orden, ese orden detestable, delincuente, que se afirma en la insolidaridad, en la indiferencia ante el sufrimiento ajeno y en la perpetuación de los privilegios de unos pocos. Votaré a la izquierda, con la izquierda, por la izquierda, pensando en mis convicciones laicas, progresistas y republicanas, no en mis impuestos. Todavía hay unas pocas cosas que no pueden comprarse con dinero.Y bien, a pesar de todo, sé que mola más el escepticismo. Pero yo miro a mi alrededor y, sinceramente, creo que no me lo puedo permitir. ¿Tú sí?